La cervecería Sonora, S.A. fue una
fábrica instalada en la cuidad de Hermosillo, al norte de México; región
principalmente agrícola y ganadera. La factoría se localizaba en el centro de
la ciudad y comenzó a elaborar la cerveza desde 1887. Se constituyó con un
capital inicial de 60,000 pesos, distribuidas en 240 acciones de 250 pesos cada
una; la reinversión, al año siguiente, fue de un capital de 150,000 pesos para
producir 250,000 litros mensuales de cerveza; es decir, en términos físicos, se
colocó maquinaria de punta para hacer hielo artificial y poderosas calderas
alimentadas con leña o con carbón mineral.
Las cervezas que producía la compañía
Cervecería Sonora, S.A., fueron High Life
de tipo Lager clara y Pilsener, así como Centenario
que era de tipo Munich.
A pesar de la representación gráfica
que publicitaba la compañía Cervecería Sonora, S.A., nunca tuvo dos chimeneas
sino una, y la cúpula se destruyó en 1950. Sin embargo, esta construcción
llamaba la atención dentro de los edificios típicos de la ciudad de Hermosillo,
ya que, según el testimonio que pudimos rastrear: “contaba de tres pisos y con
una fachada que era un magnífico ejemplo del tratamiento formal arquitectónico
de principios del siglo XX, en donde se aprecia la influencia del clasicismo
afrancesado como el de la llamada casa Hoeffer frente a la fábrica y donde
vivieron los dueños…”
Los principales accionistas fueron de
origen germánico, los señores Jacob
Schuehle, George Grüning y el Dr. Alberto Hoeffer. Los dos primeros,
importantes inversionistas y contratistas, mientras que Hoeffer era el maestro
cervecero. Grüning fue fundador del Banco de Sonora en el año de 1896, que fue
una institución de crédito regional, de emisión y fomento. Schuehle, de manera
independiente, compró y amplió la cervecería Pacífico, en 1900, en Mazatlán,
Sinaloa.
El edificio era monumental dentro de
la región, la imagen representa una fachada de tres pisos, donde se ubica tanto
el portón y las escaleras principales que distribuyen al personal
administrativos y obreros. Al continuar subiendo –último nivel-, se construyó
una cúpula con dinteles, representados en la imagen de color azul claro. Asimismo,
se extiende el símbolo patrio en remembranza del origen de la cerveza. En la
esquina principal se extiende otra pequeña cúpula que remata la construcción
con el estilo hexagonal del balcón cerrado.
La modernidad y los símbolos de industrialización
son expresos en la imagen, tanto por el tránsito de gente por la banqueta, como
por los automóviles que demarcan las calles circundantes. Con base en los
testimonios podemos agregar a la descripción densa que: “Desde su fundación, la
sirena que tocaba a las siete, a las doce, a la una y a las seis se hizo
popular y referencia obligada en la vida del hermosillense, y que fue conocida
como ‘el pitazo de la cervecería’.”[3]
En la fábrica se laboraba en el horario diurno, por lo que la necesidad de
obtener una luz constante al interior de la fábrica se extienden los ventanales
al frente del edificio. Sin embargo, por el mismo proceso de elaboración de la
cerveza, en la etapa de refrigeración y fermentación se realiza subterráneo y
sin iluminación. Así en la distribución taxonómica de la planta se pueden
observar dos edificios continuos, divididos por un patio y un garage.
El primer edificio, por la entrada
trasera, junto al portón del garage, se representan las bodegas de
almacenamiento de los cereales. Según la distribución, se conducen hacia los
mostos y ollas de cocción en el edificio de frente, transportándolos en
carretillas. Una vez que se realiza la mezcla perfecta, de manera entubada la
cerveza se traspasa a la etapa de refrigeración, de embarrilado o embotellado
que vuelve al patio central para salida al mercado.
La charola es una expresión
publicitaria, de enorme utilidad, ya que al servir en las cantinas y
restaurantes la cerveza -en tarro o en botella-, puede portar el servicio de
una mesa de comensales. En específico esta charola data de principios de siglo
XX y fue hecha por la compañía Kaufmann & Strauss Co. De la ciudad de Nueva
York. Entre las características principales del objeto es que fue pintado a
mano con una litografía, agregando las marcas y dando el anuncio: “TOMEN LAS
EXQUISITAS CERVEZAS” Es circular, metálica, de litio y mide 12” x 1.25” de
diámetro y altura. Asimismo, porta el sello de la marca registrada el cual no
es nítido en esta fotografía.
Charola de la Cervecería Sonora, ca. 1910.
Vid. Juan José Gracida Romo, “Empresarios cerveceros en Sonora” en: Formación empresarial, fomento industrial y
compañías agrícolas en México del siglo XIX, México, CIESAS, 2004.